Tengo cierto problema con la hoja en blanco siempre. Me cuestan las primeras líneas y los disparadores. Por suerte, al menos me es fácil remar las situaciones tratando de suavizarlas con sinceridad, como en este caso. Así que, en cualquier caso, bienvenido sea cualquier lector de Para no ser otro más.
¿Por qué abrir un blog? Las ganas de compartir lo que uno piensa. Lo que en Twitter te queda chico, y a veces le tenés que dedicar 3 o 4 tweets porque los 140 caracteres no te dejan decir todo lo que querés decir. ¿A quién le importa? No sé. Capaz lo divertido sea averiguarlo.
¿Por qué tardaste tanto? Hay varias cuestiones. Alguna vez porque supuse que al mundo le chupaba un huevo lo que yo pensaba -lo cual no dudo de que pueda ser así, solamente dejó de importarme tanto-. Otra por no saber qué escribir, otra por no tener ganas simplemente. Además, no es fácil. Tenés que elegir un nombre decente y eso no fue fácil. Pensar nombres me comió toda la tarde (aunque obvio hacía otras cosas). Primero fue "Es lo que hay", no disponible. Encima de tantas veces que escribí "hay" buscando variantes de a poco la palabra perdió sentido en mi cerebro (para los curiosos, esto se llama saciedad semántica). Después recurrí a mis gustos musicales: Cerrado por derribo, Porfiado, Calambres en alma, Lo malo de ser bueno. Todos en uso o demasiado largos. Lo más triste es que, si prueban entrar a esos blogs, en su mayoría están abandonados y tienen entre ninguna y 3 entradas. La madre que los parió. Incluso pensé en cansadodepensar.blogspot.com y también estaba en uso.
Así que si llegaste acá, bienvenido a mis locuras, mis rayes, mis genialidades y mis idioteces. Todavía no sé qué voy a poner por acá, lo iré viendo en el momento. Por esto mismo una buena amiga me recomendó ponerle "Lo que pinte" pero definitivamente me parecía desagradable. Es probable que lo que escriba te guste o que lo odies. Que te indigne, te emocione o que te chupe un huevo. Tené en cuenta, a la hora de comentar mis posts, que yo también estoy en mi derecho de que lo que digas me genere las emociones que surjan. Entonces, antes de insultar o agredir, pensá que tu comentario bien puede chuparme un soberano huevo, y a nadie se le deberían caer los anillos por eso.
¿Por qué el nombre al final? Gracias a uno de mis ídolos, el señor Liniers, y esta historieta que revoloteaba por mi Twitter.
No hay comentarios:
Publicar un comentario