martes, 25 de agosto de 2015

Soy sólo esto, barro nomás

 Hace algunas semanas tuve la suerte de poder entrevistar a Sebastián Rojas (productor del Maipo) acerca de su proyecto, Acá Estoy. Los resultados están en esta nota. No pude evitar que el proyecto me identifique y me llene de ganas de gritar también Acá Estoy. Principalmente porque creo que este espacio en sí se basa en decir “Acá estoy, estas son mis ideas”. Ya en el primer post hablé de mis ganas de compartir algunas cosas para las que Twitter me quedaba chico con sus 140 caracteres. Faltó agregar, en ese momento, que Facebook me resulta impersonal y masificado como para darle algo de identidad a lo que escribiera. No sé a quién pueda importarle una sola de las líneas –exceptuando a mis amigos, que al menos me leen por cariño-, pero francamente espero que a alguien le sirvan. Creo que ayuda preguntarse lo que acá contesto (¿Quién soy?, ¿Cuál es mi sueño?, ¿Cómo ves al mundo? y ¿Por qué gritás “Acá Estoy”?). Y por eso hago esto también, para invitarte a gritar conmigo Acá Estoy.

 ¿Quién soy? Me gustaría saberlo. Al menos saberlo en su totalidad, cosa que dudo que algún día pase. De todas formas, lo que sé de mí ya no entraría en las 600, 700, 800 o 1000 palabras que suelen tener mis posts. ¿Puede alguien ser definido? ¿Más aún, puede definirse alguien a sí mismo? ¿Bajo qué criterios? Son todas preguntas sin respuestas, pero que vale la pena hacerse. Puedo optar por hacer lo que el protagonista de Breve descripción de mi persona (canción del Cuarteto de Nos donde se le pide a un postulante una breve descripción personal debajo de la solicitud) y empezar a relatar datos aparentemente inconexos, mezclando la profundidad con la banalidad. Digo “aparentemente” por mi gusto por lo críptico, por lo que no se ve a simple vista sino que hay que entender que hay algo más allá. Soy un amante de la música, un junta-palabras (porque “escritor” me queda enorme), un periodista en proceso. Soy de los que intentan aplicar eso de “ser como te gustaría que fueran con vos”, aunque consciente de que no todos son así y muchas veces espero de más. Soy el que le pedís la mano y capaz te da el codo o capaz no te da bola. Según. Pero es raro que te dé sólo la mano. Soy el que, a pesar de que la RAE no lo recomienda, prefiere diferenciar “sólo” de “solo”. Soy el que era tímido y logró superarse. Soy el que se cayó y se levantó lleno de lastimaduras. Pero se levantó.

 Los sueños están directamente ligados a quiénes somos. Considero que es más fácil contestar uno teniendo bien claro el otro. Lamentablemente, no tengo claro ninguno de los dos. A nivel individual lo tengo más claro: mi sueño es ser artista. No importa el medio, porque el arte es algo que surge de adentro, importa el poder generar. Lo increíble, lo heroico, es generar en alguien lo que en mí generó Antoine de Saint-Exupéry, que todavía me abre la cabeza. Lo que en mí generó Alejandro Casona, que me llenó el alma de ganas de seguir leyendo. Lo que me generó Led Zeppelin, que me llevó a lugares de mi cabeza que no conocía. Lo que me generaron Szifrón, D’Elía,Peretti, Fiore y Seefeld o Bays, Thomas, Radnor, Segel, Hannigan, Smulders y Harris, que jugaron con mis emociones llevándome de la risa a conmoverme o sentir tensión. Aunque todas esas sensaciones en realidad se resumen en un cosquilleo en la panza que sube hasta el pecho. El día que pueda generar algo así voy a haber conocido eso que suele llamarse “éxito”. A nivel global… “paz mundial” me suena muy barato y trillado. Supongo que podría resumir mi sueño en lo que dijo mi héroe... que las personas se amen.

 Es difícil describir el mundo en el que vivimos. Creo que aplica un poco lo que dije sobre mí mismo: no alcanzarían caracteres para una descripción concreta ni un único enfoque posible. No obstante, vale soltar algunas ideas. Lo veo como el tiempo de las potencialidades: salvar al mundo en cualquiera de los niveles está más al alcance de lo que haya estado nunca. Hoy es posible educar, generar infraestructuras, alimentar a la población o mejorar el medio ambiente de formas con las que antes no contábamos. El problema lo veo en la gente. Los que tienen a mano las herramientas parecen no estar dispuestos a usarlas y los que parecen querer lograr un cambio no consideran tener las herramientas. Sin embargo, el acceso a la información con el que contamos ahora es una herramienta que ninguna otra generación tuvo hasta ahora y es lo que puede marcar la diferencia de forma definitiva y contundente. Es el momento de tomar conciencia. Un mundo mejor no es fácil, pero es posible.

 Yo grito Acá Estoy porque no me queda otra. Porque me sale de adentro, me quema la necesidad de hacerlo. Porque creo, como Ernesto Sábato, que una vida más humana está al alcance de nuestras manos. Porque somos considerados una generación estúpida por la generación que tanto daño le hizo al planeta, a la nación y a la sociedad en la que vivimos. Porque tenemos las chances que nadie tuvo antes que nosotros: un acceso a la información que hubieran envidiado todos los grandes científicos de la historia. Un chico de 10 años tiene la oportunidad de aprender el triple que en el colegio con un aparato que le entra entre los dedos. Porque no tolero que le hayan metido en la cabeza a tantas generaciones el odio a uno mismo, llevarlos al extremo de que perder un par de kilos importa muchísimo más que haber leído un par de libros. No tolero que nos quieran implantar la tristeza, y que nos quieran hacer creer que la felicidad está en el consumo y en el vacío de que nada ni nadie nos importe. Grito Acá Estoy para liberarme y ser parte de la libertad de otros, hacerme cargo. Porque creo que si todos demostramos que acá estamos, y estamos dispuestos a cambiar la realidad… la realidad va a ser otra. Hay esperanza. All will be well.

Sé de dónde vengo, sé dónde voy,
por eso sé dónde estoy, no me avergüenza lo que soy.
Sé cuál es mi lugar y a dónde pertenezco,
lo que no me corresponde y lo que merezco.
Soy sangre de mi sangre y soy mi costumbre,
soy mis hábitos y códigos, y mis incertidumbres.
Soy mis decisiones y mis elecciones,
soy mis acciones, solo y en la muchedumbre.
Soy mis creencias y mis carencias,
soy mi materia y mi esencia,
soy mi presencia y mi ausencia,
mi conciencia y mi apariencia.
Soy mi procedencia.
Soy mi herencia y mi experiencia,
soy mi pasado y mi vigencia.
Y esa vivencia es la referencia
que con otros me une y me diferencia.

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