lunes, 8 de diciembre de 2014

A veces todo, a veces nada.

A veces cuando me caigo es más bien cansancio lo que hace que tarde en levantarme.
A veces me siento solo en medio de multitudes.
A veces amo y a veces odio mi capacidad para resolver situaciones difíciles.
A veces extrañar duele pero el recuerdo cura. 
A veces son los recuerdos los que hacen doler y extrañar.
A veces escucho rock, Sabina, tango, electrónica, Cuarteto de Nos (que no puedo definirle un estilo) y cumbia en la misma hora. Y para mí tiene mucho sentido.
A veces creo que lo que hago es incomprensible, y que yo mismo lo soy.
A veces no entiendo cómo no se entienden mis por qué.
A veces estoy inspirado y las palabras fluyen entre mis dedos.
A veces odio lo que hago, pensando que no soy ni cerca tan bueno como me gustaría.
A veces el sol me pone triste y la lluvia me saca una sonrisa.
A veces relaciono gente o momentos con música. Es un arma de doble filo.
A veces creo que la revolución solamente puede hacerse con una canción de amor.
A veces pienso que no hay esperanza. Por suerte se me pasa enseguida.
A veces la gente me inspira y muestro mi mejor versión.
A veces me gustaría ser otra persona y no pasar por algunas cosas.
A veces creo que mi mayor regalo es vivir este momento, que callar es un pecado capital.
A veces me expreso con canciones porque creo que la esencia de la poesía dice más de lo que las palabras demuestran con sus letras.
A veces disfruto de ser sutilmente explícito.
A veces pruebo a ver si la gente entiende como yo algunas cosas, como el aviador de El Principito con su dibujo de la boa.
A veces mirás para adelante y está todo oscuro... pero hay que seguir.
A veces puedo ser valiente. Más puntualmente cuando tengo miedo.
A veces lastimo sin querer, y entiendo cómo se sentiría una medusa si tuviera conciencia de su alrededor.
A veces pongo marcas personales en lo que escribo porque disfruto de tener un estilo marcado.
A veces edito si me parece necesario.
A veces me gustaría hacer lo mismo con mi vida en general.
A veces la mirada vale más que todas las palabras del diccionario.
A veces cuando me elogian me cuesta mucho creer que realmente digan lo que piensan.
A veces no escribo cosas para no ser malinterpretado.
A veces me siento muy bien conmigo mismo. Hoy por ejemplo.


Hay días en que me levanto con una esperanza demencial, momentos en los que siento que las posibilidades de una vida más humana están al alcance de nuestras manos.

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